Con la globalización y el avance de las tecnologías las distancias entre países y regiones se han acortado hasta la mínima expresión. Seguramente dentro de unas décadas estas distancias sigan disminuyendo hasta límites que ahora mismo no podemos ni sospechar, pero en la actualidad nos encontramos en un punto en el que viajar o recibir objetos de otras zonas del mundo es una tarea relativamente sencilla. Pero esto no era así en el pasado. Descubrir continentes lejanos era un hito al alcance de unos pocos valientes, y por ende probar nuevos manjares sólo quedaba en manos de aquellos que se atrevían a embarcarse en tan peligroso viaje.

Muchas son las delicias que se nos han privado durante siglos hasta la mejora en los transportes: el coco, el azúcar, el cacao, el mango…, y el jengibre. El subcontinente indio al sur de Asia es la zona donde se originó como flora silvestre esta planta cuyos mayores productores son India, China y Nepal, exportando su sabor y propiedades al resto del mundo.